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Perros y gatos pueden ser amigos
Debido a que el lenguaje corporal es tan diferente entre perros y gatos a menudo se malinterpretan entre sí, lo que resulta en un montón de rasguños en la nariz y perros asustados y confundidos.
Sin embargo, esto no significa que sean incompatibles por naturaleza. Entonces, ¿cómo ayudar a que tu gato y tu perro sean amigos?
Las primeras impresiones son vitales
El truco consiste en hacer las presentaciones correctas. Esto se debe hacer con calma, primero deja que huelan tu ropa o una prenda que uses con frecuencia. Así podrán familiarizarse y acostumbrarse el uno al otro poco a poco, antes de verse cara a cara.
Es más fácil cuando son jóvenes
Es más probable que perros y gatos se conviertan en amigos de por vida si se conocen desde pequeños, podrán crecer juntos y aprender uno del otro. Cuando son jóvenes, es más probable que estén abiertos a una amistad, ya que los comportamientos territoriales y los instintos tradicionales de miedo aún no han tenido tiempo de manifestarse.
Introduciendo a gatos y perros adultos
En este caso hay algunas cosas que puedes hacer para que la situación sea menos estresante para ambos. Primero, asegúrate de que tu gato esté en un área amplia para moverse, esto le dará la oportunidad de no ser interceptado por el perro. Los perros son conocidos por sus exuberantes personalidades y, a veces, esto puede ser demasiado para tu gato, contar con áreas tranquilas ayudará a que tu gato esté más abierto para que se hagan amigos.
Asegúrate de que tu perro haga suficiente ejercicio ya que un perro inquieto y lleno de energía podría perseguir y molestar al gato. Haz ejercicio con tu perro frecuentemente y juega mucho con él, especialmente durante el proceso de iniciación.
Recuerda que una amistad entre perros y gatos no ocurrirá de la noche a la mañana. Se trata de hacer las primeras impresiones correctas y darles suficiente tiempo para adaptarse.
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