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Cuidados y vacunas para gatos para que estén sanos y felices
Conoce más acerca de los cuidados y las vacunas para gatos que le darán una calidad de vida óptima a tu mascota para que crezca y viva con bienestar.
La salud de tu michi está en tus manos. Además de una buena alimentación y los mimos del día a día, tu amigo felino requiere de otro tipo de cuidados para estar en óptimas condiciones.
Por eso, cuando tu mascota cumpla ocho semanas de edad (posterior al destete) debes llevarla al veterinario para que, si lo ve conveniente, le aplique sus primeras vacunas para gato.
Completar el plan de vacunación es necesario para que tenga todas sus defensas y aumentar su calidad de vida, al protegerlo contra las enfermedades, que acechan en todo momento.
Según la edad de tu gato, la zona donde vivas y el ambiente de crianza, son recomendables vacunas diferentes, por eso es imprescindible una consulta en tu clínica veterinaria.
Por ejemplo, si tienes una gran cantidad de gatos y uno resulta portador del virus de la leucemia felina (aunque sea falso positivo), el veterinario puede recomendarte que todos sean vacunados, sin excepción, contra esta enfermedad.
También puedes pedirle al veterinario que mida el número de anticuerpos contra el virus que te preocupa y luego establecer un plan de inmunización para cada michi. Debes tener mucha comunicación con el médico al aplicar las vacunas para gatos.
Con lo anterior, habrás hecho una parte de lo necesario para garantizar los cuidados de tu gato, y podrás dejarlo explorar con libertad, pues estará protegido contra muchas amenazas virales que podrían perjudicar su salud.
Vacunas indispensables para gatos
Existen vacunas que todos los gatitos deben recibir, ya que se encargarán de fortalecer su sistema inmunológico contra los virus infecciosos más comunes. La protección que recibe le servirá para toda su vida, aunque es necesario ponerle un refuerzo anual de la dosis en algunos casos.
Rabia
Aplicar esta vacuna es un requisito legal en algunos países, ya que es mortal y zoonótica, es decir, puede transmitirse a humanos. La inmunización contra la rabia en gatos es una de las que deben recibir refuerzos de manera anual.
Trivalente contra rinotraqueitis, calicivirus y panleucopenia.
Se suele aplicar, según el calendario de vacunación, entre la octava y la novena semana de vida del gatito y precisa refuerzo tres o cuatro semanas después de la primera dosis. Consulta con tu veterinario para obtener información detallada, pues cada organismo es diferente.
Rinotraqueitis
Enfermedad provocada por el virus del herpes felino común. Los síntomas incluyen estornudos, secreción nasal y babeo. Los ojos de tu gato pueden tener costras mucosas, que le provocarán molestias y lo harán comer menos de lo normal.
Es importante administrarle dosis de inmunización, pues si no se trata esta enfermedad, puede causar deshidratación, inanición y, hasta ser fatal.
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Calicivirus
Tiene síntomas similares a la rinotraqueitis que afectan el sistema respiratorio y también causan úlceras en la boca. Puede provocar neumonía si no se trata. Los gatitos y los gatos mayores son especialmente vulnerables.
Panleucopenia
También conocida como moquillo, esta afección es común en los felinos y se transmite fácilmente de un gato a otro. Independiente de su raza o condiciones de vida, estarán expuestos a él en todo momento.
Esta enfermedad es habitual en los gatitos que aún no han sido vacunados contra ella y los síntomas incluyen fiebre, vómitos y diarrea con sangre.
La panleucopenia progresa rápidamente y requiere atención médica inmediata.
Leucemia felina
Es una enfermedad recurrente, en especial en gatos jóvenes. El efecto más común del virus es la inmunosupresión, afectando las defensas y la médula ósea. En consecuencia, el gato queda expuesto a gran variedad de enfermedades e infecciones (infecciones secundarias).
La prevención consiste en la inmunización en los primeros meses de vida del gatito y continúa durante todos los años del gato adulto.
Vacunas para gatos mayores
Si piensas que un gato por ser mayor ya no necesita vacunas, y que es exclusivo para protección de cachorros, debes saber que estás equivocado. A medida que los gatos envejecen, su inmunidad puede debilitarse considerablemente.
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Por ejemplo, los cambios en el entorno, como una mudanza, o una mascota nueva que llega a casa, pueden ser un gran estrés para los gatos mayores.
Tal incomodidad y envejecimiento pueden desencadenar la activación de enfermedades durmientes. Además, es posible que se desarrolle alguna afección por la edad.
Ten en cuenta que, para gatos mayores y aquellos cuyo entorno cambia, debes asegurarte de darles las vacunas necesarias con regularidad y bajo supervisión de un médico veterinario.
Vacunas complementarias para gatos
Hay otras vacunas para gatos disponibles que tu amigo felino puede necesitar, según el riesgo de infección, la situación de vida y el nivel de exposición. Habla con el veterinario sobre estos factores para que te indique si necesita dosis adicionales.
Por ejemplo, entre las enfermedades a las que los gatos pueden estar expuestos son la inmunodeficiencia felina (VIF), o la C. felis (Chlamydia felis). Asesórate bien con el veterinario para evaluar cada caso y mantener la prevención.
Consideraciones antes de aplicar las vacunas para gatos
Vacunar a tu gato significa introducir el patógeno (o parte de él) en el organismo; mucho menos tóxico y potente, pero, aun así, el cuerpo debe estar fuerte y sano.
Para la vacunación es necesario comprobar el estado de salud de tu gato antes de proceder. Un veterinario debe recomendar antes un examen médico que determine que tu mascota está en buenas condiciones para recibir la inoculación.
Adicionalmente, algunos profesionales considerarán oportuno que tu gatito pase por un proceso de desparasitación antes de que sea vacunado.
Definir una fecha para vacunar
Al decidir sobre el programa de vacunación que tendrá tu gatito (esto dentro de la consulta con una clínica veterinaria) asegúrate de contar con suficiente tiempo libre para cuidar de él antes y después del procedimiento
Elige una fecha en la que puedas quedarte con tu gato todo el día, por si debes lidiar con algún inconveniente (que es posible) tras la vacunación. También es importante evitar que tu mascota sufra estrés, pues podría comprometer su sistema inmune.
El día de la aplicación de las vacunas para gatos
Ha llegado el momento de vacunarlo, pero si tu gato no se encuentra del todo bien ese día, debes abstenerte de hacerlo, pues podría complicarse o favorecer otras enfermedades. No te olvides de comprobar los siguientes puntos antes de ir con el veterinario:
- ¿No tiene apetito y no comió su alimento como de costumbre?
- ¿Tiene debilidad o vómito?
- ¿Tiene estreñimiento o diarrea?
- ¿El número y la cantidad de orina son los habituales?
Si presenta alguno de los anteriores síntomas, es mejor consultar al veterinario y, de ser el caso, evita vacunarlo, por el momento.
¿Qué hacer después de la vacuna de tu gato?
Tras la vacunación, es posible que los gatitos estén ligeramente sobresaltados y asustados, por lo que es buena idea tomar un descanso antes de regresar a casa, sobre todo si el trayecto es largo.
El día de la vacunación, es necesario que permanezca lo más tranquilo posible, así que evita tenerlo muy activo, reduce al máximo su estrés. De preferencia, no bañes a tu gato durante 2-3 días después de la inoculación, pues podría comprometer el sistema inmune.
En promedio, la vacuna tarda quince días en dar total protección y generar inmunidad. Si tienes una gran cantidad de gatos, sería importante mantenerlos separados durante 2 a 3 semanas, para que no interactúen entre sí y haya algún tipo de inconveniente.
¿Puede tener efectos secundarios?
En raras ocasiones un gato puede tener una reacción a la vacuna que se le aplica y experimentar un efecto secundario como fiebre o vómitos, por lo que podrás vacunar a tu gatito con la mayor confianza.
A pesar de que los efectos secundarios causados por las vacunas para gatos son casi mínimos, la realidad es que, pese a ser muy bajo, el porcentaje no es cero.
Síntomas de efectos secundarios
Los síntomas son variados, desde los leves hasta los que deben ser valorados en el hospital de inmediato, por lo que es recomendable observar el estado del gato con especial atención durante los primeros días posteriores a la vacunación y siempre consultar a un veterinario si tienes dudas.
Si presenta algún síntoma como cara hinchada, pérdida de apetito, diarrea o estreñimiento, contacta inmediatamente con una clínica veterinaria.
Efectos secundarios graves
Aunque es muy raro, puede ocurrir una reacción alérgica y hasta el shock anafiláctico, donde el gato presenta reacción o tiene una convulsión dentro de la primera hora después de la inoculación.
Al principio, la presión arterial desciende bruscamente, provocando excitación, babeo y vómitos. También puede causar convulsiones y poner en peligro la vida de tu mascota si no se trata de inmediato.
Por eso es muy importante estar atentos al gato después de ser vacunado y siempre hacer las vacunas con recomendación en una consulta veterinaria.
La urticaria puede aparecer dentro de 2 o 3 horas posteriores a la aplicación de las vacunas. Los síntomas incluyen hinchazón general y en la cara, enrojecimiento alrededor de los ojos e irritación en la piel.
¡No te asustes! Las vacunas para gatos son necesarias y están hechas pensando especialmente en su bienestar, por lo que son muy pocos los casos dónde se podría complicar después de ser inmunizados.
Si tienes dudas, recuerda que siempre debes estar en contacto con tu veterinario de confianza, pues es quien cuenta con el conocimiento y experiencia necesarios para verificar que todo lo que tiene que ver con tu compañero va a ser en su beneficio.
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